lunes, 30 de noviembre de 2009

DEL ARCON DE LOS RECUERDOS


En diciembre del 2002 fui a Río de Janeiro para entregar las acuarelas del almanaque que habia hecho para España. Antes de volver a Buenos Aires fui a cenar invitado por el dueño de la empresa, Don Alfredo. Ni bien nos sentamos me sugirió darme una vueltita por las mesas para mirar los platos que allí se servían. Con gusto accedí, ya que estaba ansioso por pararme. Ni bien entré al restaurante había divisado  los cuadros que exhibían. De temática campestre: caballos, vacas, jinetes, lagos y montañas. De lejos prometían; de cerca, una maravilla.
Cuando volví a la mesa le conté la verdad, que los únicos platos fuertes que me habían interesado no estaban para mí en las mesas... y lo invité a que pegará un vistazo. Cuando regresó me pidió trabajar en aquella temática.  La finalidad, hacer unos cuadros para llevar a Europa el próximo año.
Estos raff y bocetos al óleo es todo lo que hice, ya que por circunstancias al margen, el trabajo se interrumpió. Nunca llegaron a verlos.











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